Tus mejores aliados para sobrevivir la crisis: estado de resultados y flujo de efectivo

Tus mejores aliados para sobrevivir la crisis: estado de resultados y flujo de efectivo

En mi columna de la semana pasada hablaba de la posibilidad de que las agencias internacionales ajustaran a la baja la calificación crediticia de la deuda soberana de México y de Pemex. Por desagracia no me equivoqué; el 26 de marzo, S&P ajustó ambas calificaciones a la baja. La de Pemex quedó en “BBB” con perspectiva negativa, lo cual tiene una de dos implicaciones: a) La estatal tendrá que pagar un costo financiero altísimo para poder emitir deuda o, b) El gobierno federal le tendrá que inyectar dinero a la petrolera. Este es un nuevo elemento que abona a crear una tormenta perfecta, los otros ya los conocemos, el nulo crecimiento económico de México en 2018, la pandemia, los bajos precios del petróleo y la incapacidad del gobierno para generar confianza hacia los inversionistas privados.

Por favor, no tengas duda, ya entramos en una de las peores crisis económicas de la historia moderna de México. Lo anterior provocará de manera inmediata dos efectos negativos en tu empresa: a) Las ventas se caerán a un nivel nunca antes visto; calcula entre 50 y 70% y, b) Vas a experimentar muchos problemas en la cobranza.

Hoy tu estrategia se llama supervivencia y debes de plantearte un horizonte de corto plazo (un año). ¿Qué hacer? Manejar tu empresa con el estado de resultados y con el flujo de efectivo en la mano, ambos estados financieros los debes de convertir en una guía para tomar decisiones prudentes que permitan la permanencia de tu empresa en el mercado; pero, lo más importante, para que puedas evaluar el impacto, positivo o negativo, de cada una de tus decisiones.

Hoy, más que nunca, toma relevancia el dicho “if you can´t mesure it, you can´t manage it”, si no lo puedes medir, no lo puedes administrar (controlar). En este momento no tiene ningún sentido que hagas esfuerzos para incrementar las ventas; la gente no comprará porque prefiere guardar su dinero para cubrir sus necesidades básicas. Enfócate en las acciones que cumplan con dos objetivos básicos: reducir gastos y/o generar o ahorrar efectivo. Los ejemplos claros son: evitar los gastos de viaje, reducir los gastos de operación (medible en el estado de resultados) y eliminar salidas de efectivo (medible en el flujo de efectivo).

Con base en el criterio anterior debes de cancelar nuevas inversiones, contrataciones, proyectos y todos los gastos que no sean necesarios. Actúa con prudencia y evalúa el impacto financiero de tus decisiones antes de tomarlas, tus mejores aliados son el estado de resultados y el flujo de efectivo, ¿tú qué opinas al respecto? 

Publicado originalmente en Milenio

Comparte este artículo en: