La definición de flexibilidad es diferente para cada empresa, depende de su estrategia y de sus necesidades.

​La flexibilidad se ha convertido en una herramienta de las empresas para competir y ganar ventaja. Usualmente se traduce en:

- La reducción de costos y tiempos de respuesta.

- Capacidad reactiva.

- La implementación de nuevas tecnologías y su disponibilidad.

Pero no a todos los negocios les conviene ser flexibles. Hay que tomar en cuenta que a mayor variabilidad de demanda, de mix de productos o de proveedores, necesitas mayor capacidad de cambio. Si la variabilidad decrece, también debe hacerlo este cambio.

MITOS DE LA FLEXIBILIDAD

1. Costos bajos

Esta característica no radica en reducir los costos siempre, salvo algunos casos. Muchas veces lo barato sale caro.

2. Invertir en máxima flexibilidad

Es bueno invertir en ser más flexibles porque puede ser un camino para distinguirte de la competencia. Pero es importante saber dónde hacerlo y los resultados que se esperan tener.

Una pequeña inversión en esta característica puede proveer un amplio valor de negocio, en cambio. Una gran inversión no necesariamente otorga ese valor. Está probado que al seguir invirtiendo en ello, ganar un punto más de disponibilidad es exponencial. Cada vez va a ser más costoso.

Existen distintos niveles de flexibilidad en los que se puede invertir:

- La que se tiene en el proceso (calidad, costos, volumen y tiempo).

- Aquella en la empresa (cómo pasar de una organización a otra).

3. Ámbito de negocio

Cuando hay distintas cadenas de suministro para diferentes negocios, se necesita cultivar sinergia entre ellos para ser más flexible y formar aliados. A través de esto, una empresa puede cambiar sus procesos para adaptarse a la sinergia que ofrecen las fusiones y adquisiciones.

4. Desarrollar la mejor tecnología de información o ignorarla

Cuando los procesos de una empresa son inmaduros se basan en tecnologías elementales y normalmente muestran un bajo desempeño. De manera contraria, si los procesos son maduros y se cuenta con tecnología avanzada. El potencial de mejora se eleva hasta en 27%.

Si se cuenta con procesos de negocio inmaduros, basados en plataformas de tecnología avanzada y sistemas automatizados, los errores serán aún más automatizados y se apalancará la ineficiencia. Por lo tanto, resulta más riesgoso que el propio hecho de no hacer nada nuevo.

5. Tratar la responsabilidad social y corporativa como calidad

La responsabilidad social en las cadenas de suministro no representa calidad, sino oportunidades de negocio.