La pandemia de COVID-19 ha provocado una de las peores crisis económicas de la historia moderna de México, que, según expertos del IPADE Business School, provocará de manera inmediata dos efectos negativos en las empresas: a) Caída de las ventas a un nivel nunca antes visto; se calcula entre 50 y 70% y, b) Problemas en la cobranza.

Federico D’Kuba, profesor del área de Dirección Financiera de IPADE Business School, refiere que el contexto actual llevará a los líderes de la mayoría de las organizaciones a plantearse qué hacer en el corto plazo para sobrevivir.

D’Kuba indica que será indispensable la gestión de la empresa con el estado de resultados y el flujo de efectivo en la mano, pues ambos estados financieros representarán una guía para tomar decisiones prudentes que permitan la permanencia de las empresas en el mercado.

“Hoy, más que nunca, toma relevancia el dicho ‘si lo puedes medir, lo puedes administrar’. En este momento no tiene ningún sentido que hagas esfuerzos para incrementar las ventas; la gente no comprará porque prefiere guardar su dinero para cubrir sus necesidades básicas”.

En este escenario, D’Kuba recomienda enfocarse en las acciones que cumplan con dos objetivos básicos: reducir gastos y/o generar o ahorrar efectivo. Los ejemplos claros son:

- Evitar los gastos de viaje. Muchas reuniones de negocio pueden realizarse mediante herramientas tecnológicas gratuitas.

- Reducir los gastos de operación (medible en el estado de resultados). Se puede buscar, por ejemplo, limitar la compra de suministros no esenciales o pensar en operar una oficina virtual para reducir el pago de renta de instalaciones.

- Eliminar salidas de efectivo (medible en el flujo de efectivo). Este punto incluye cancelar nuevas inversiones, contrataciones, proyectos y todos los gastos que no sean necesarios.

La gente no comprará porque prefiere guardar su dinero para cubrir sus necesidades básicas

- Procurar no tener más deudas. En un escenario como este, pedir un crédito bancario no es un asunto sencillo. Considerarlo requiere de contestar con claridad varias preguntas: ¿cuánto dinero necesito? ¿en qué lo voy a utilizar? ¿qué plazo necesito? ¿cuál es la tasa de interés, qué garantías voy a dar? ¿qué flujos de efectivo voy a generar para pagar el préstamo? 

“No es lo mismo pedir un crédito bancario para comprar un tráiler que generará flujos de efectivo por fletes y me permitirá, en el corto plazo, ir pagando el crédito; que pedirlo para financiar inventarios lentos u obsoletos, solventar cartera morosa e incobrable o cubrir pérdidas operativas que, también en el corto plazo, no generarán ningún flujo de efectivo para poder cumplir”, advierte Federico D’Kuba.

- Generar efectivo. Cobrar cartera vencida o vender equipo o maquinaria que ya no se necesite puede ayudar a asegurar mayor flujo de efectivo de manera inmediata.

Publicado originalmente en Revista Entrepreneur