Crisis personales a niveles directivos

Crisis personales a niveles directivos

Las crisis personales son circunstancias humanas de las que nadie está exento. Tomando en cuenta que las reacciones varían de persona a persona, éstas pueden recibirse de forma positiva o negativa.

El papel del director empresarial dentro de su compañía es complejo. Esto se debe a:

-La cantidad de factores de negocios que se combinan al mismo tiempo (situaciones multicausales).

-Las actividades que se mantienen en constante evaluación por su entorno.  

TIPOS DE CRISIS PERSONALES EN EL DIRECTOR

El director puede enfrentarse a crisis personales por diversos estímulos identificables y directos. Algunos de los más comunes son:

- La entrada de nuevos competidores en el mercado

- La pérdida de clientes

- Bajas en el mercado

- Una combinación de diferentes aspectos (objetivos y subjetivos)

Sin embargo, también podemos encontrar aspectos de una crisis más orientada a la persona del director. Estos pueden ser temas, tales como:

- La salud desde el punto de vista psicológico, aspectos emocionales y sociales (como la relación con la pareja, la familia).

- La imagen que se busca mantener frente a los clientes, empresa, amigos etc.  

Los empresarios tienden a ser del tipo: “Yo puedo manejar esto”, pero se debe tener en cuenta que cualquier crisis personal se soluciona más rápido y mejor sí se comparte.

Al respecto, Marianne O’Connor, Executive Coach y diseñadora de programas para líderes de alto impacto de Fortune 500 menciona:

“Las personas que te rodean (colegas, amigos y familiares) quieren ayudar, así que déjalos. Encuentra las cosas que pueden ser fácilmente re-asignadas y transfiérelas a otra persona para que puedas dedicar tu tiempo a concentrarte en lo más importante, cosas que solo el director puede solucionar”.

LAS DESVENTAJAS DE UN DIRECTOR DURANTE LAS CRISIS PERSONALES

Las crisis personales en niveles directivos pueden generar alteraciones en su comportamiento. Uno de los más relevantes es la crisis de la edad adulta, ciclo común que se presenta después de los 45 años, donde se espera recibir una retribución de lo que se ha forjado en todos los ámbitos de la vida.

“Es posible que, debido al clima económico actual, la crisis de la edad adulta comience desde los 32 años, ya que la tendencia empresarial es que se exija más trabajo a menos empleados”.

Profesor Cary Cooper, presidente de la organización Relate e investigador de estrés laboral en la Universidad de Lancaster, Inglaterra.

Esta crisis forma parte de un conjunto de factores que tienen que ver con la percepción psicológica de lo que se ha hecho y de lo que se debió haber logrado, en comparación con lo que realmente se tiene.

Es relevante porque todos los directores, independientemente de su nivel de éxito, estarán expuestos de una manera u otra a crisis personales. Puede haber ciertos niveles de intensidad, pero definitivamente puede percibirse como una segunda adolescencia.

DETECCIÓN DE LA CRISIS EN NIVELES DIRECTIVOS

Es relevante para la empresa detectar este tipo de circunstancias. En este sentido, la detección temprana es de gran importancia, aunque es muy difícil el auto-diagnóstico.

En la mayoría de los casos, la crisis puede diagnosticarse debido a que ya está causando estragos en la vida personal o social del director, volviéndose críticos y afectando la vida de negocio.

Otra constante de detección es la presencia del  trabajo invasivo. En este caso, debilita aspectos importantes, tales como la familia y la convivencia.

El descanso a través de las personas significativas, tales como los amigos, resulta de suma importancia. Una vida desbalanceada se verá reflejada de forma negativa en la vida del negocio.

Esto no quiere decir que no existan momentos de actividad intensos. Sin embargo, los ejecutivos que trabajan jornadas ampliadas sufren un desequilibrio, falta de creatividad y un desajuste en la forma en la que perciben las situaciones.

El nombre conocido para este tipo de circunstancias son los “pobres de tiempo”,  quienes cuentan con una agenda completamente anclada a su trabajo y que no poseen los tiempos necesarios para disfrutar tiempo de calidad.

LA CRISIS PRODUCTIVA

Cuando el director piensa que ya no  es tan productivo, se presentan temores como:

- Inseguridad

- Falta de confianza

- Exceso de control

- Incapacidad para establecer parámetros y el problema fundamental

- El avejentamiento de la organización

La organización empieza a perder las capacidades para adaptarse al ambiente, ya que, quien dirige trata de mantener el status quo y no es capaz de establecer contrataciones de nuevo talento o no es capaz de asesorarse para ello, entre otras cosas.

INTERVENCIÓN DE LA EMPRESA PARA AYUDAR AL DIRECTOR A SALIR DE SU CRISIS

Tanto las empresas familiares como las que no lo son, presentan altos riesgos de tener directivos con crisis personales. Uno de los formatos o estructuras que pueden funcionar en una ruta crítica estratégica es la formación de órganos de gobierno.

Éstos pueden colocar al director en una tesitura de toma de decisiones colegiadas donde ese tipo de comportamiento crítico puede ser moderado y gestionado a tiempo.

La retroalimentación y el coaching efectivo refuerzan la posibilidad de que el director de área crezca en madurez. Esto le permite solicitar ayuda cuando detecta que tiene algún problema que podría ser importante para la empresa.

Si se quiere mantener una empresa menos expuesta a un cambio por crisis de las personas clave, contar con órganos de gobierno que permitan revisar las decisiones de forma colegiada aportará mayor control.

Además, se estará en una situación de mayor estabilidad si también se cuenta con un plan de crisis previamente establecido.

Las crisis personales son un fenómeno que provoca desequilibrios en la empresa. En ellas, el factor tiempo y saber conservar la calma, se convierten en elementos primordiales para salir de la situación con éxito.


FUENTES:

Universitat Autònoma de Barcelona

Curtin University

BBC News

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